Cómo cocinar mollejas de pollo para que queden suaves

Si alguna vez has intentado cocinar mollejas de pollo y te han quedado como un chicle, no te preocupes, no eres el único. Las mollejas tienen la fama de ser complicadas, pero con un par de trucos, te aseguro que te saldrán tiernas y deliciosas. La clave está en el tiempo de cocción y en cómo las preparas previamente. Vamos a desvelar los secretos para que, la próxima vez que te pongas manos a la obra, tus mollejas sean todo un éxito. ¿Listo para convertir este humilde ingrediente en un plato estrella? Pues sigue leyendo y toma nota.
Tiempo para blanquear mollejas
Blanquear las mollejas es un paso clave para que queden bien tiernas y suaves. No te saltes este proceso porque marcará la diferencia en el resultado final. Aquí te dejo una guía rápida:
1. Limpieza: Primero, limpia bien las mollejas, quitando cualquier exceso de grasa y las membranas. Esto es importante para que el blanqueo sea efectivo.
2. Hervir agua: Llena una olla grande con agua y ponla a hervir. Asegúrate de que haya suficiente agua para cubrir completamente las mollejas.
3. Blanqueo:
- Cuando el agua esté hirviendo, añade las mollejas.
- Deja que hiervan durante unos 3 a 5 minutos. Este tiempo es suficiente para blanquearlas sin que se cocinen demasiado.
4. Enfriar rápidamente: Una vez pasado el tiempo, pasa las mollejas a un bol con agua fría y hielo. Esto detiene la cocción y ayuda a mantener la textura suave.
Blanquear las mollejas no solo elimina impurezas, sino que también ayuda a fijar su color y textura.
5. Secado: Sécalas bien con papel de cocina antes de cocinarlas. Así estarán listas para el siguiente paso de tu receta.
El proceso de blanquear es fundamental para que las mollejas queden bien suaves y libres de cualquier sabor fuerte o amargor. No lo subestimes, es un truco que muchos pasan por alto pero que realmente hace la diferencia en el sabor y la textura final de las mollejas. ¡Ya verás cómo se nota!
Cómo eliminar el mal olor de las mollejas
Para que las mollejas de pollo no huelan mal, hay algunos truquillos que puedes seguir. Vamos al lío:
1. Limpieza a fondo:
- Retira la grasa: Con un cuchillo bien afilado, elimina toda la grasa visible de las mollejas.
- Lávalas bien: Pásalas por agua fría para quitar cualquier residuo de sangre o impurezas.
2. Remojo en agua con limón o vinagre:
- Agua con limón: Llena un bol con agua fría y añade el jugo de uno o dos limones. Deja las mollejas en remojo durante unos 15-20 minutos. El limón ayudará a neutralizar el olor.
- Agua con vinagre: Si no tienes limón, el vinagre blanco también funciona. Usa la misma proporción: agua fría y un chorrito generoso de vinagre. Remoja por 15-20 minutos.
3. Sal y bicarbonato de sodio:
- Frotar con sal: Una vez lavadas, frota las mollejas con sal gruesa. Esto no solo ayuda con el olor, sino que también elimina cualquier residuo que pueda haber quedado.
- Bicarbonato de sodio: Mezcla una cucharadita de bicarbonato con agua y remoja las mollejas durante otros 10 minutos. Enjuaga bien después.
4. Cocer brevemente:
- Antes de cocinarlas definitivamente, puedes darles una cocción rápida. Hierve agua con un poco de sal y añade las mollejas. Déjalas hervir unos 5 minutos y luego enjuágalas con agua fría. Esto ayuda a eliminar el olor y cualquier impureza restante.
El truco está en la combinación de estos pasos, así te aseguras de que el mal olor desaparezca por completo. Luego ya las puedes cocinar como más te guste, y te quedarán suaves y deliciosas.
El colesterol en las mollejas de pollo
Las mollejas de pollo son una delicia muy apreciada en la cocina, pero muchas personas se preocupan por el colesterol que contienen. Te cuento que las mollejas, al ser vísceras, sí tienen un contenido de colesterol más alto en comparación con otras partes del pollo, como la pechuga.
- Las mollejas contienen aproximadamente 370 mg de colesterol por cada 100 gramos.
- Esto es considerablemente más alto que en otras carnes magras.
- Si estás cuidando tu colesterol, no las consumas con demasiada frecuencia.
Dicho esto, las mollejas también tienen sus ventajas. Son una buena fuente de proteínas y nutrientes esenciales como el hierro y el zinc. Aquí algunos puntos a considerar:
- Combinadas con vegetales y una dieta balanceada, pueden ser parte de una alimentación saludable.
- Cocinarlas adecuadamente puede ayudar a reducir su contenido de grasa.
"El equilibrio es la clave. Disfruta de las mollejas, pero con moderación."
Recuerda, lo importante es cómo las incluyes dentro de tu dieta diaria. Si te encantan, no te prives de ellas, pero asegúrate de mantener un balance saludable en el resto de tus comidas.
Espero que estos trucos te hayan sido útiles para preparar unas mollejas de pollo bien suaves. ¡Dale caña a tu cocina y disfruta del resultado!
Deja una respuesta
Te puede interesar...