Cómo freír queso de cabra sin que se derrita

¿Alguna vez has intentado freír queso de cabra y has terminado con un desastre pegajoso en la sartén? No te preocupes, es más común de lo que piensas. La clave está en saber cómo manejar este delicioso pero delicado ingrediente. En este artículo, te voy a enseñar unos trucos infalibles para que puedas freír tu queso de cabra sin que se derrita y sin que pierda su textura y sabor. Prepárate para descubrir cómo lograr una capa crujiente por fuera y un interior cremoso que te hará agua la boca. ¡Vamos al lío!
Cómo envolver el queso de cabra
Para freír el queso de cabra sin que se derrita, el truco está en cómo lo envuelves. Aquí te dejo unos pasos sencillos para que lo hagas bien:
1. Corta el queso: Primero, corta el queso de cabra en rodajas. No las hagas muy finas, que si no se te deshacen. Unos 2-3 cm de grosor son perfectos.
2. Congela las rodajas: Mete las rodajas de queso en el congelador durante unos 15-20 minutos. Esto ayuda a que mantengan su forma cuando las frías.
3. Prepara el empanado:
- Bate un huevo en un bol.
- En otro bol, mezcla pan rallado con un poco de sal, pimienta y si quieres darle más sabor, añade ajo en polvo o hierbas secas.
4. Envuelve el queso:
- Pasa cada rodaja de queso primero por harina, luego por el huevo batido y finalmente por el pan rallado.
- Repite este proceso una segunda vez para asegurarte de que el empanado sea grueso y proteja el queso.
El doble empanado es clave para que el queso no se derrita cuando lo pongas en la sartén.
5. Fríe el queso: Calienta aceite en una sartén a fuego medio-alto. Fríe las rodajas de queso hasta que estén doradas por ambos lados. No tardes mucho, con 2-3 minutos por lado es suficiente.
Siguiendo estos pasos, tendrás un queso de cabra frito con una capa crujiente por fuera y cremoso por dentro, sin que se derrita en la sartén.
Cómo comer el queso de cabra
El queso de cabra es un verdadero manjar y hay mil maneras de disfrutarlo. Aquí te dejo algunos tips para que lo aproveches al máximo.
Fresco: El queso de cabra fresco es perfecto para ensaladas. Mézclalo con hojas verdes, frutos secos y un buen aliño. También puedes untarlo en una tostada con un poco de miel y nueces. Es un snack delicioso y súper fácil de preparar.
Curado: Este tiene un sabor más intenso. Ideal para tablas de quesos, acompañado de un buen vino tinto. Córtalo en trozos pequeños y combínalo con uvas o higos. Es una experiencia gourmet en cada bocado.
Queso de cabra caliente: Si prefieres el queso fundido, el queso de cabra también se puede calentar. Puedes colocarlo en el horno sobre una rebanada de pan y gratinarlo. Otra opción es incluirlo en una pizza o en una empanada.
Un truco infalible: Pásalo por un poco de harina antes de freírlo para que no se derrita.
Si lo quieres frito, asegúrate de que esté bien frío antes de pasarlo por huevo y pan rallado. Luego, fríelo a temperatura media-alta hasta que esté dorado. Con esto, evitarás que se deshaga en la sartén.
En postres: Quizás no lo habías pensado, pero el queso de cabra también puede usarse en postres. Un cheesecake de queso de cabra es algo diferente y muy sabroso.
Conclusión: El queso de cabra es muy versátil y se adapta a muchos platos. Prueba diferentes formas de comerlo y seguro encuentras tu favorita.
Espero que estos consejos te ayuden a conseguir un queso de cabra frito perfecto, sin que se te deshaga. ¡Atrévete a experimentar y disfruta! ¡Gracias por leer!
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