Cómo hacer alcachofas en forma de flor a la plancha

¿Te gustan las alcachofas pero ya estás cansado de prepararlas siempre de la misma manera? Pues hoy te traigo una receta que no solo es deliciosa, sino que también es súper llamativa: ¡alcachofas en forma de flor a la plancha! Este plato no solo es un manjar para el paladar, sino que también queda perfecto para impresionar a tus invitados en cualquier cena o comida especial.
Las alcachofas son un tesoro en la cocina mediterránea, y transformarlas en flores es más fácil de lo que imaginas. Con unos pocos pasos y un toque de maña, conseguirás que estas maravillas vegetales luzcan espectaculares en tu plato. Además, a la plancha mantienen todo su sabor y adquieren una textura crujiente irresistible.
En este artículo, te voy a enseñar paso a paso cómo limpiar, cortar y cocinar las alcachofas para que se conviertan en el centro de atención en tu mesa. ¡Vamos a ello!
¿Cómo es la flor de la alcachofa?
La alcachofa es un vegetal fascinante, no sólo por su sabor, sino también por su aspecto. Cuando se deja florecer, se convierte en una hermosa flor de color azul o púrpura. Pero antes de llegar a ese punto, lo que solemos consumir es el capullo sin abrir de la planta.
Visualmente, la flor de la alcachofa es impresionante. Sus pétalos son alargados y puntiagudos, y cuando se abren, forman una especie de cúpula que recuerda a un cardo. Las flores de las alcachofas pueden llegar a medir hasta 20 cm de diámetro. En su centro, las flores tienen una textura aterciopelada y una multitud de estigmas que dan un toque único a su apariencia.
Dejar que una alcachofa florezca puede ser una delicia visual, pero pierde su valor como alimento, ya que se vuelve dura y fibrosa.
En la cocina, solemos trabajar con la alcachofa antes de que llegue a este punto. Para obtener una alcachofa en forma de flor a la plancha, lo que hacemos es cortar los extremos y abrir ligeramente los pétalos para que se asemejen a una flor. Al cocinarlas de esta manera, no solo conservamos su exquisito sabor, sino que también logramos una presentación visualmente atractiva.
Mientras que el capullo es lo que más se usa en la cocina, la flor completa es un espectáculo que vale la pena ver al menos una vez.
El tiempo para cocer alcachofas
Cuando hablamos de cocer alcachofas, el tiempo es clave. Si te pasas, acabas con unas alcachofas blandurrias y sin gracia. Si te quedas corto, te encontrarás con una textura dura que arruina cualquier plato.
Para cocer alcachofas enteras, lo ideal es:
1. Llena una olla grande con agua y añade un buen pellizco de sal.
2. Pon las alcachofas en el agua, asegurándote de que estén completamente sumergidas.
3. Lleva el agua a ebullición y luego reduce el fuego a medio.
4. Deja las alcachofas cocer durante unos 20 a 30 minutos. Sí, parece mucho, pero necesitas ese tiempo para que queden bien tiernas.
Para saber si están listas, simplemente clava un cuchillo en el corazón de la alcachofa. Si entra fácilmente, están perfectas. Si no, déjalas unos minutos más.
El tamaño importa. Las alcachofas más grandes pueden necesitar un poco más de tiempo. Las pequeñas, un poco menos.
Un truco: añade un chorrito de limón al agua de cocción. Esto evita que las alcachofas se pongan marrones y les da un toque de frescura.
Recuerda siempre escurrirlas bien después de cocerlas para que no quede agua atrapada en las hojas.
Si piensas hacerlas a la plancha en forma de flor, es fundamental que estén bien cocidas pero no deshechas. Así, cuando las abras y las pongas en la plancha, quedarán crujientes por fuera y suaves por dentro.
Cómo evitar que las alcachofas se pongan negras
Para que las alcachofas no se pongan negras y luzcan perfectas en tu plato, hay unos truquillos que debes tener en cuenta. Las alcachofas son muy delicadas y, una vez cortadas, se oxidan con facilidad. Aquí tienes unos consejos para mantenerlas en su mejor estado:
- Usa limón: El ácido del limón es tu mejor aliado contra la oxidación. Frota bien las alcachofas con medio limón o sumérgelas en un bol con agua y zumo de limón mientras las preparas. Verás cómo se mantienen verdes y bonitas.
- Agua con perejil: Este es otro truco clásico. Añade unas ramas de perejil al agua donde sumerges las alcachofas. El perejil ayuda a reducir la oxidación y, además, aporta un toque de frescura.
- Vinagre: Al igual que el limón, el vinagre es ácido y también evita que las alcachofas se oscurezcan. Puedes usarlo de la misma manera, mezclado con agua.
- Cuenco con agua y harina: Otra opción es mezclar un poco de harina en agua fría y sumergir las alcachofas ahí. Esto forma una capa protectora que evita que se oxiden.
Es importante trabajar rápido cuando limpies y cortes las alcachofas. Cuanto menos tiempo pasen expuestas al aire, mejor.
Así que ya sabes, si quieres que tus alcachofas en forma de flor a la plancha no solo sepan bien sino que también se vean espectaculares, pon en práctica estos trucos. ¡Tus platos te lo agradecerán!
Espero que disfrutes preparando y saboreando estas alcachofas en forma de flor a la plancha. ¡Buen provecho y a seguir cocinando!
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