Cómo quitar el sabor a cal de la masa

¿Te ha pasado que preparas una masa y de repente, ¡zas!, detectas un desagradable sabor a cal? No te preocupes, es más común de lo que piensas y tiene solución. Este sabor puede deberse a varios factores, como el uso de agua dura con alto contenido en minerales o incluso por la harina. Lo importante es que hay trucos y consejos para deshacerse de ese sabor y volver a disfrutar de una masa deliciosa. Aquí te voy a enseñar algunos métodos infalibles para eliminar ese sabor indeseado y que tu masa quede perfecta. ¡Vamos al lío!
Qué hacer si la masa huele mal
Si tu masa huele mal, no te preocupes, aquí te dejo algunos pasos para que puedas salvarla:
- Verifica la fecha de los ingredientes: A veces el problema está en la harina o en otros ingredientes que pueden estar caducados. Asegúrate de que todo esté en buen estado.
- Olor ácido o agrio: Si la masa tiene un olor ácido o agrio, es probable que la fermentación haya ido demasiado lejos. En este caso, puede que aún sea posible salvar la masa. Prueba amasar un poco más y dejarla reposar en un lugar fresco.
- Evita temperaturas extremas: Si la masa se ha mantenido a temperaturas muy altas, es posible que las bacterias se hayan desarrollado más de la cuenta. Mantén la masa en un lugar fresco y seco.
- Limpieza del bol y utensilios: Asegúrate siempre de que los utensilios y el bol que usas estén bien limpios. Un bol sucio puede contaminar la masa y causar olores desagradables.
- Agrega un poco de sal: La sal puede ayudar a matar algunas bacterias y a mejorar el olor. No te pases, solo una pizca.
Si la masa sigue oliendo mal después de seguir estos pasos, es mejor no arriesgarse. No vale la pena poner en riesgo la salud.
Recuerda, la masa debe oler fresca y agradable. Si algo huele mal, es mejor prevenir que lamentar.
Quitar el sabor agrio de la masa
A veces, al hacer masa, te puede quedar un sabor un poco agrio o como a cal. No te preocupes, tiene arreglo. Aquí te dejo unos consejos para que puedas solucionar eso y que tu masa quede perfecta:
Primero, asegúrate de que el nivel de cal en el agua que usas sea el adecuado. Si hay demasiada, es probable que afecte el sabor.
1. Vinagre o limón: Añade unas gotas de vinagre o zumo de limón a la masa. Esto ayuda a neutralizar el sabor agrio. No te pases, con un poquito basta.
2. Levadura fresca: Usar levadura fresca en lugar de levadura seca puede cambiar mucho. La levadura fresca suele dar un sabor más suave.
3. Reposo adecuado: Deja reposar la masa el tiempo necesario. Si no la dejas reposar lo suficiente, no se desarrollan bien los sabores.
4. Acidez equilibrada: Si tienes masa madre, asegúrate de que no esté demasiado ácida. Alimenta tu masa madre regularmente para mantener un buen equilibrio.
5. Cambiar el agua: Si el agua de tu zona tiene mucha cal, prueba a usar agua mineral o filtrada. La calidad del agua influye directamente en el sabor de la masa.
Prueba una combinación de estos métodos y verás la diferencia.
Además, recuerda que un buen amasado y el uso de ingredientes frescos también ayudan a que la masa tenga mejor sabor.
Evitar la acidez en la masa madre
Para que tu masa madre no tenga ese sabor a cal que te hace fruncir el ceño, hay unos cuantos trucos que puedes seguir. El principal problema suele ser la acidez. Aquí te dejo algunos consejos para evitarlo:
- Renueva la harina: Usa una harina fresca de buena calidad. La harina rancia puede aumentar la acidez.
- Alimenta regularmente: Dale de comer a tu masa madre con frecuencia. Si la dejas mucho tiempo sin alimentar, se volverá más ácida. Lo ideal es cada 12 horas si la tienes fuera de la nevera, y cada pocos días si está refrigerada.
- Controla la hidratación: Si la masa madre está muy húmeda, es más propensa a desarrollar acidez. Mantén una proporción adecuada de agua y harina. Un 100% de hidratación, es decir, igual cantidad de agua y harina, suele ser lo más fácil de manejar.
- Temperatura: Mantén la masa madre a una temperatura adecuada. Si hace mucho calor, se fermentará más rápido y aumentará la acidez. Busca un lugar fresco, pero no frío.
- Usa agua sin cloro: El cloro puede afectar el equilibrio de tu masa madre. Usa agua filtrada o deja reposar el agua del grifo durante unas horas antes de usarla.
Un truco extra: Si notas que tu masa madre está muy ácida, prueba refrescarla dos o tres veces seguidas. Esto significa, desechar la mayor parte y añadir nueva harina y agua. Esto puede ayudar a equilibrar los sabores.
Y ya sabes, la práctica hace al maestro. Con estos consejos, tu masa madre debería mejorar y perder ese toque ácido que tanto molesta.
Espero que estos trucos te hayan sido útiles para mejorar tus recetas. Si tienes más dudas, ya sabes dónde encontrarme. ¡Buena cocina y disfruta de tus masas!
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