Cómo cocer el repollo para que no dé gases

El repollo es un ingrediente fantástico: saludable, versátil y barato. Pero, seamos honestos, a veces puede hacerte sentir como un globo aerostático. ¿La buena noticia? Hay trucos para cocer el repollo y minimizar esos molestos gases. Sí, lo has oído bien, puedes disfrutar de tu plato favorito sin sufrir después. Aquí te voy a contar cómo hacerlo para que después no te arrepientas de haberlo comido. Así que, coge tu delantal y sigue leyendo, porque estos tips te van a cambiar la vida.

¿Cuánto tiempo tiene que cocer el repollo?

Cocer el repollo no tiene mucho misterio, pero hay algunos truquitos para que no te deje la tripa hecha un lío. Vamos al grano:

1. Lava y corta el repollo: Quítale las hojas exteriores, lávalo bien y córtalo en tiras o trozos. Cuanto más pequeño lo cortes, menos tiempo necesitarás para cocerlo.
2. Usa mucha agua: Llena una olla grande con agua y añade un poco de sal. El repollo necesita espacio para cocinarse bien.
3. Hierve el agua primero: Espera a que el agua esté hirviendo antes de echar el repollo. Así se cocinará más rápido y conservará mejor su color.
4. Tiempo de cocción: Dependerá de cómo te guste el repollo. Para un repollo al dente, con unos 5-7 minutos es suficiente. Si lo prefieres más blandito, déjalo unos 10-12 minutos.

Consejo extra: Añadir una pizca de comino o anís al agua de cocción puede ayudar a reducir los gases que genera el repollo.

5. Escurre bien: Al terminar, escurre el repollo y pásalo por agua fría para detener la cocción y fijar el color.

Recuerda, el repollo debe estar tiernecito pero no hecho puré. Si sigues estos pasos, tendrás un repollo sabroso y menos problemático para tu estómago.

¿Cómo hacer que la col no inflama?

¿Te encanta el repollo pero te preocupa que te dé gases? No te preocupes, aquí te dejo algunos trucos para que puedas disfrutarlo sin problemas.

Primero, hay que tener en cuenta que la col contiene ciertos compuestos que pueden resultar difíciles de digerir. Pero hay formas de minimizar este efecto:

1. Escaldar la col: Antes de cocinarla, puedes escaldar la col. Simplemente sumerge las hojas en agua hirviendo durante unos minutos y luego pásalas a agua fría. Esto ayuda a eliminar parte de los compuestos que causan gases.

2. Añadir hierbas digestivas: Cocina la col con hierbas como el comino, el hinojo o la alcaravea. Estas hierbas ayudan a mejorar la digestión y reducir la producción de gases.

3. Cocción lenta: Cocinar la col a fuego lento también puede ayudar. El calor suave descompone mejor los compuestos difíciles de digerir. Prueba hacerla en un guiso o en la olla de cocción lenta.

4. Fermentación: La col fermentada, como el chucrut, es más fácil de digerir. La fermentación descompone los azúcares que causan gases. Unas pocas cucharadas de chucrut pueden ser más amables con tu estómago.

5. Vinagre: Añadir un poco de vinagre durante la cocción puede ayudar a descomponer los compuestos que causan gases. Además, le da un toque de sabor interesante.

Recuerda que cada persona es diferente, así que puede que algunos de estos trucos funcionen mejor para ti que otros. Experimenta un poco y encuentra la mejor manera de cocinar la col para que puedas disfrutarla sin preocupaciones.

Un truco adicional: si eres sensible a los gases, prueba a comer la col en pequeñas cantidades y ve aumentando la porción gradualmente. Esto puede ayudar a tu sistema digestivo a adaptarse mejor.

Con estos consejos, el repollo dejará de ser un problema en tus comidas. ¡A disfrutarlo!

Espero que estos trucos para cocer el repollo te hayan sido útiles y te ayuden a reducir esos molestos gases. Recuerda que darle un hervor previo al repollo y añadir un poco de comino o hinojo puede hacer una gran diferencia. ¡Cuídate y sigue disfrutando de la buena comida! Gracias por leer.