Cómo cocer la morcilla para que no se rompa

Si alguna vez has intentado cocer morcilla y has acabado con un desastre en la olla, no te preocupes, no eres el único. Cocer morcilla sin que se rompa es casi un arte, pero con unos cuantos trucos y algo de paciencia, puedes conseguir que quede perfecta. La clave está en controlar bien la temperatura y el tiempo de cocción, además de algunos detalles que marcan la diferencia. No hace falta ser un chef de estrellas Michelin, pero sí seguir unos pasos sencillos para que tus morcillas queden enteras y sabrosas. Vamos a ello.

Evita que la morcilla se abra en el cocido

Una morcilla rota en el cocido puede arruinar el plato. Aquí van unos trucos para asegurarte de que se mantenga entera y deliciosa:

1. Pincha la morcilla: Hazle varios agujeros con un palillo o un tenedor antes de meterla en el cocido. Esto ayuda a que no explote por la presión interna.

2. Envuélvela en papel de aluminio: Otra opción es envolver la morcilla en papel de aluminio antes de ponerla a cocer. Esto actúa como una barrera protectora.

3. Cocción suave: No pongas el fuego muy alto. La morcilla tiene que cocerse a fuego lento. Así, evitas cambios bruscos de temperatura que pueden hacer que se rompa.

4. Añadirla al final: Si puedes, añade la morcilla en los últimos 20-30 minutos del cocido. Así, se calienta y cocina sin estar demasiado tiempo expuesta.

La clave está en el control de la temperatura y la protección de la tripa de la morcilla.

5. Usa una malla o red: Algunas tiendas venden mallas especiales para envolver morcillas y evitar que se rompan durante la cocción.

6. Elige morcillas de calidad: No todas las morcillas son iguales. Las de mejor calidad suelen tener una tripa más resistente.

Con estos consejos, tu morcilla debería llegar intacta al plato. ¡A disfrutar del cocido!

¿Cuánto tiempo aguanta la morcilla en la nevera?

La morcilla es uno de esos embutidos que puede durar bastante en la nevera, pero, ojo, no es inmortal. Para garantizar su frescura y evitar sorpresas desagradables, hay que tener en cuenta algunos detalles.

Primero, si la morcilla está fresca, sin abrir, aguanta bien unos 4 a 5 días en la nevera. Si ya la has abierto, lo ideal es consumirla en 2 o 3 días. Siempre es mejor mantenerla en un recipiente hermético o bien envuelta en film transparente para que no coja olores de otros alimentos.

Si has cocido la morcilla y te sobra, puedes guardarla en la nevera, pero procura consumirla en un par de días para que no pierda su textura y sabor. También puedes congelarla si ves que no la vas a consumir en ese tiempo; en el congelador puede durar varios meses sin problemas.

Recuerda siempre revisar el aspecto y olor de la morcilla antes de consumirla. Si notas algo raro, mejor no arriesgarte. La seguridad alimentaria es clave para disfrutar de este delicioso embutido sin inconvenientes.

¡Listo! Ya tienes todo lo necesario para que tus morcillas queden perfectas y no se rompan. ¡A disfrutar de un buen plato de morcilla!