¿Qué queso puedo comer si soy intolerante a la lactosa?

Si te encanta el queso pero tu estómago se rebela cada vez que lo comes, no te preocupes, ¡no estás solo! La intolerancia a la lactosa puede ser un fastidio, pero no es el fin del mundo quesero. La buena noticia es que hay un montón de opciones de quesos bajos en lactosa o incluso libres de ella que puedes disfrutar sin problemas. Desde quesos curados hasta opciones más frescas, vamos a explorar qué variedades puedes incluir en tu dieta sin sufrir las consecuencias. Así que, relájate, porque aún puedes darte el lujo de una buena tabla de quesos.
Quesos sin lactosa
Si eres intolerante a la lactosa, no tienes por qué renunciar al placer de comer queso. Existen varias opciones que te permitirán seguir disfrutando de este manjar sin problemas. Aquí te dejo la información que necesitas para elegir bien:
Quesos naturalmente bajos en lactosa:
1. Quesos curados: Los quesos como el parmesano, el gouda o el manchego curado tienen muy poca lactosa. Estos quesos pasan por un largo proceso de fermentación, lo que reduce considerablemente el contenido de lactosa.
2. Queso cheddar: Cuanto más envejecido esté, menos lactosa tiene. Así que, si te gusta el cheddar, opta por las versiones más añejas.
3. Queso suizo: Este tipo de queso también es bajo en lactosa, gracias a su proceso de maduración.
Quesos sin lactosa añadida:
Hoy en día, muchas marcas ofrecen versiones de quesos tradicionales sin lactosa. Estos quesos están tratados con una enzima llamada lactasa, que descompone la lactosa en glucosa y galactosa, haciéndolos seguros para quienes son intolerantes.
Algunas opciones populares incluyen:
- Queso mozzarella sin lactosa
- Queso crema sin lactosa
- Queso feta sin lactosa
Estos productos suelen encontrarse en la mayoría de supermercados y tiendas especializadas.
Quesos veganos:
Otra opción es optar por quesos veganos, que no contienen lactosa porque están hechos a base de ingredientes vegetales como anacardos, almendras o soja. Son una alternativa perfecta si, además de ser intolerante a la lactosa, quieres evitar los productos de origen animal.
Recuerda siempre leer las etiquetas y asegurarte de que el queso que eliges esté marcado como "sin lactosa". Así podrás disfrutar de tus quesos favoritos sin preocuparte por las molestias digestivas.
Qué tomar si soy intolerante a la lactosa y comí queso
Si eres intolerante a la lactosa y has comido queso, lo primero es no entrar en pánico. Hay varias opciones para aliviar los síntomas. Aquí te dejo algunas:
1. Lactasa en suplementos: Estos son comprimidos o gotas que contienen la enzima lactasa. Puedes tomarlos antes de comer queso para ayudar a digerir la lactosa.
2. Probióticos: Los probióticos pueden ayudar a mejorar la digestión. Busca yogures o suplementos que los contengan.
3. Bebidas sin lactosa: Opta por leche sin lactosa o bebidas vegetales como leche de almendra, soja o avena. Estas son alternativas perfectas para evitar los síntomas.
4. Infusiones de hierbas: Las infusiones de menta o jengibre pueden aliviar los problemas digestivos. Son naturales y fáciles de preparar.
5. Agua: Aunque suene simple, beber suficiente agua puede ayudar a reducir la intensidad de los síntomas. Mantente bien hidratado.
Evita alimentos lácteos adicionales hasta que te sientas mejor. Puedes incorporar poco a poco quesos bajos en lactosa, como el queso parmesano o el cheddar curado, que contienen menos lactosa y suelen ser mejor tolerados.
Escucha a tu cuerpo. Si los síntomas son severos, consulta a un profesional de la salud.
Espero que esta lista de quesos te haya resultado útil. Recuerda, hay opciones deliciosas como el queso cheddar o el queso gouda bajos en lactosa que pueden adaptarse a tu dieta. ¡A disfrutar sin preocupaciones! ¡Nos leemos!
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